Por Alicia Morandi
La tristeza es una emoción. Y las emociones nos ofrecen información muy importante de lo que necesitamos hacer para cuidarnos mejor. Además las emociones nos indican qué queremos para nuestra vida, o cómo queremos cambiar una situación que nos hace daño.
En el caso de la tristeza, ella es una energía que nos permite decir adiós a situaciones de nuestra vida. Y la vida es una despedida prolongada. Es un continuo decir “adiós” para así poder completar ciclos y continuar nuestro crecimiento como personas.
Por eso, usa la tristeza sólo como una herramienta para despedirte de etapas de tu vida que no volverán porque ya cumplieron su objetivo (por ejemplo la pérdida de la juventud; de un empleo, de una relación, etc.). Esta despedida te prepara para enfrentar nuevas experiencias que te llevarán a seguir madurando.
No dejes que la tristeza dure mucho tiempo porque puede convertirse en una adicción y pegarse a tu vida para siempre. Deja que la tristeza solamente dure el tiempo necesario para cumplir su cometido de decir “adiós”. Una vez que esto ocurra, sustituye la tristeza por otras emociones como la alegría, que te permite apreciar y disfrutar lo que tienes AQUÍ y AHORA.
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*Alicia Morandi es consejera titulada, periodista y astróloga.
