Todos necesitamos una porrista

Por Diana Montaño

María Marín es conocida como “la motivadora de los hispanos”. Autora, conferencista y presentadora del programa radial “Tu vida es mi vida” ha logrado con sus consejos cambiar la vida de muchísimas personas.

De origen puertorriqueño, esta chispeante comunicadora asegura que su pasión por hacer sentir bien a los demás empezó cuando tenía 7 años.

“Desde niña me gustaba poner sonrisas en la cara a otras personas, recuerdo que en Navidad le hacía tarjetas a mi familia, las diseñaba, las coloreaba y les escribía un mensaje especial a cada uno simplemente porque quería que se sintieran especiales”.

A los ocho años, María perdió a su madre, y como ella misma dice a su “porrista”.

“La tragedia más grande de mi vida ha sido la muerte de mi madre. Ella era mi gran motivadora, me decía que podía ser todo lo que yo quisiera en la vida. Me decía ‘si quieres ser pelotera, tú puedes ser pelotera’ ella sembró en mi la semilla de la fe. Durante los primeros dos años después de su fallecimiento yo estuve en negación, no aceptaba que había perdido a mi fanática número uno”.

Esta soledad la llevó a refugiarse en la comida, convirtiéndola en una jovencita con sobrepeso. A los 15 años tuvo que enfrentar una nueva batalla al descubrir que tenía diabetes y dependería de inyecciones de insulina por el resto de su vida. “Todo lo que enfrenté me hicieron ver que no importa el reto que encuentres en tu vida, si mantienes una actitud positiva puedes superarlo y alcanzar tus sueños”, dice la motivadora, quien es la portavoz de la Asociación Americana de la Diabetes para los latinos.

Con esta actitud uno pensaría que María jamás se deprime, pero al parecer esto no es así…

“Un motivador tiene los mismos miedos que todos, los mismos problemas, la única diferencia tal vez es que como motivador estás consciente de cómo superar esos miedos e inseguridades. Yo, al igual que el resto del mundo tengo momentos de tristeza, de angustia, pero en cuanto me doy cuenta de que la negatividad se está apoderando de mí digo ‘no María, tú puedes salir avante, todo va a estar bien’. Un motivador también necesita de alguien que lo impulse, yo busco a mi familia, a mi gente cercana. Todos necesitamos de un porrista, de alguien que te diga ‘tú si puedes’”.

Estamos viviendo una crisis económica terrible, la gente está perdiendo sus casas, sus autos, los trabajos ¿cómo pensar en que todo me va a salir bien?

“Mira, en esos momentos tienes que confiar, no importa lo que esté sucediendo en tu vida tú vas a confiar en que Dios y el universo van a trabajar a tu favor, el miedo y la inseguridad es lo que te llevan a la desesperación, en el instante en que dices ‘tal vez pierdo mi casa o mi carro, pero tengo fe en que un techo no me va a faltar, tengo fe de que Dios me va a proveer, de que el universo me va a ayudar’ yo te aseguro que las cosas van a funcionar.  La gente quiere saber el cómo, el cuándo, el dónde y el porqué de todas las cosas. Quieren saber cuando les va a llegar el dinero, la abundancia, pero la realidad es que lo único que debes hacer es confiar, sentir esa seguridad de que las cosas buenas van a pasar. Cuando piensas positivamente te sientes feliz y entonces llegan las oportunidades a tu vida y las cosas se arreglan”.

Me imagino entonces que debemos levantarnos con el pie derecho…

“Claro que sí. Te levantas y dices ‘anticipo y espero que cosas buenas me van a suceder hoy, este será un día fabuloso, anticipo y espero lo mejor”. Te vas a levantar con fe. La definición de fe es anticiparte y esperar lo bueno, si te levantas esperando lo mejor eso es lo que te sucederá. Inténtalo, verás como tu vida se llena de bendiciones”.