Lo que nunca debes decir a tu suegra

17452540_s-1“¿Sabes cuál es la diferencia entre una suegra y un terrorista?… Al menos con el terrorista puedes negociar”. Chistes como éste están inspirados en la realidad que viven muchos con la madre de su conyugué. Y es que uno de los tópicos más populares a la hora de hacer chistes son los cuentos de suegras.

No hay duda que las relaciones entre nuera y suegra son complicadas, ambas tienen terror a perder el puesto que ocupan en la vida de su hombre consentido. Este miedo provoca malentendidos, discusiones y hasta separaciones. Para evitar disgustos con tu suegra, hay tres comentarios que nunca debes decirle, pues son letales para la relación familiar con ella:

1. “No le pedí su opinión”: Es común que se te escapen estas palabras cuando ella “meta la nariz” en tus asuntos; desde lo que decides cocinarle a su hijo, hasta cómo crías a sus nietos. Pero jamás la ofendas con esas palabras, pues ella lo interpretará como: “Cállese la boca vieja entrometida que su opinión no cuenta en esta casa”. La próxima vez que ella opine sobre algo que tú harías diferente, dile: “Gracias por su punto de vista y por preocuparse, pero hemos decidido probar de esta manera”.

2. “¿Por qué usted no le enseñó a su hijo a ser más organizado?”: Cuando dices esto, ella escucha: “Usted es una mala madre que no supo criar a su hijo”. Si le preguntas por qué no supo enseñarle a su hijo a ser más ahorrativo, más limpio o más romántico, la ofendes profundamente. Cuando tu pareja no cumple con tus expectativas, no le echas la culpa a tu suegra, mejor quéjate con él o con un terapeuta.

3. “¿Puedo heredar sus aretes de diamantes?”: Este es el pedido más ofensivo que le puedes hacer, es como si le dijeras: “Vieja muérase ya, quiero lucir esas prendas. A mí me quedarían mejor”. Cualquier conversación sobre herencias debe ser entre ella y sus familiares de sangre. Tú como nuera no tienes derecho a pedirle ninguna de sus pertenencias, a menos que salga de ella dejártelas.

Aunque tu suegra te provoque explotar, ten paciencia y respétala; recuerda que ella es para tu pareja lo que tu madre es para ti.