Buenos y malos

Por Crystal Muñoz

Existen varias formas de cocinar la comida y desde la llegada del microondas, cada vez menos personas están usando el horno y la sartén. El microondas a pesar te ser tan conveniente, tiene varias desventajas ya que emite radiación que literalmente aniquila y destruye los nutrientes en la comida. Además, la comida que viene congelada y lista para el microondas generalmente es altísima en sal ya que este también destruye el sabor de la comida.

Como la mayoría sabe, el mejor aceite es el de olivo. Desafortunadamente lo que la mayoría no sabe, es que este aceite es muy sensitivo al calor y pierde sus propiedades buenas cuando se usa a temperaturas muy altas (como para freír). Para sacarle provecho, el aceite de olivo se recomienda crudo en las ensaladas o en platos que van horneados a temperaturas bajas.

A la hora de freír entonces, el aceite más recomendable es el de grapeseed o semilla de uva que además de ser más barato, aguanta temperaturas muy altas sin perder su valor nutricional. Este aceite es menos conocido que el de olivo pero estudios recientes han demostrado que no causa problemas de salud a largo plazo y una vez calentado, mantiene sus propiedades mejor que el aceite de olivo.

El siguiente aceite que voy a mencionar ¡es mi peor enemigo! Y es el aceite de canola.
¿Por qué? Por la sencilla razón de que ha sido demostrado que todos los beneficios que menciona el etiquetado se refieren a cuando el aceite esta crudo, pero una vez calentado, el aceite de canola se convierte en veneno mantecoso que queda atrapado en las arterias y que además de aumentar el colesterol malo, baja el colesterol bueno.

El aceite vegetal (ya sea de maíz, girasol, canola etc.) se introdujo en los años 50s cuando menos del 15% de la población sufría de colesterol, alta presión, infartos, etc. Y en ese entonces la mayoría de la gente usaba manteca de puerco para cocinar. Desde entonces hasta ahora, el asesino número uno de este país se han convertido los infartos y las embolias, a pesar de que la gente ha pasado de mantequilla a margarina y de manteca a aceites vegetales. Esto me lleva a entender que las grasas animal (que era lo que más se usaba antes de los años 50) en realidad es una mejor opción a los aceites vegetales que están tan procesados y refinados.

He ahí la razón por la cual el aceite de olivo y de semilla de uva son tan saludables: no están hidrogenados ni refinados. La manteca es más saludable que la mantequilla ya que tiene más grasa buena y menos grasa saturada. Pero antes de ir corriendo al mercado a comprar manteca, debes saber que encontrarla es casi imposible. La mayoría de mercados venden una versión de manteca que es hidrogenada y mucho más dañina para la salud que cualquier aceite.

La solución: Opta siempre por lo natural. Cuanto menos procesado esta el aceite, mejor lo podrá asimilar y desechar tu cuerpo y si encuentras manteca pura ¡tienes luz verde!

 

Cristal Muñoz es propietaria de un Consultorio de Nutrición y Control de Peso que atiende a miles de personas cada año. Lleva siete años haciendo seminarios de capacitación para enseñarle a la comunidad latina cómo prevenir enfermedades causadas por malos hábitos y mantener un peso saludable. Además, ha escrito numerosos artículos sobre el beneficio de las hierbas y cómo usarlas. De nacionalidad española, Cristal  actualmente reside en Glendale, California  con su esposo y dos gatos. Visita www.CristalMunoz.com para más información.