¿Te llegaron los blues navideños?

Ya casi puedo saborear el arroz con gandules puertorriqueño de mi mamá. ¡La Navidad se respira en el aire! Los latinos celebramos esta temporada festiva con mucha rumba y regocijo, sin embargo, tras el esplendor de las lucecitas, los regalos y las fiestas, muchos experimentan los «blues» navideños.

Tengo una buena amiga salvadoreña que siempre viaja a su país en diciembre para pasar las fiestas allá. Este año, debido a sus compromisos de trabajo no podrá ir a festejar con los suyos. Le pregunté cuales eran sus planes para esta Navidad y me dijo: «Lo único que deseo es que llegue el mes de enero, quiero que ya termine esta época y con ella mi profunda nostalgia».

Así como ella, muchos sucumben a la tristeza de estar lejos de su patria.

La Navidad es para celebrar con la familia y cuando no podemos compartirla con ellos, irremediablemente sentimos cierto grado de depresión. Además de la distancia, hay otras razones por la que muchos se deprimen en este tiempo, unos se acuerdan de rupturas sentimentales, otros extrañan a un ser querido que falleció, y algunos añoran las navidades con sus hijos cuando eran niños.

No permitas que la melancolía te impida disfrutar de esta temporada tan hermosa. Aunque te falten ánimos, sal de la casa y no te quedes encerrada. Rodéate de personas, cuya compañía disfrutes.

Toma la iniciativa de invitar a tus amistades a compartir un buen tiempo, ¡o invítate tú misma a sus actividades! Cuida de tu apariencia física; maquíllate, péinate y ponte tu vestido favorito. Te aseguro que si te ves bien te sentirás mejor, y esa energía atrae a otros hacia ti.

Le dije a mi amiga que no está sola, pues la considero parte de mi familia. La invité a celebrar la Nochebuena con mi familia y me dijo: «Acepto la invitación con una condición, ¡que le digas a tu mamá que incluya en el menú unas pupusas salvadoreñas».

¿Cómo combatir la depresión en esta época?

1)      Todas las noches antes de ir a dormir, escribe tres bendiciones que hayan en tu vida por las cuales debes estar agradecida. Por ejemplo: la cama cómoda en la que duermes, el auto que manejas y la suerte de tener un hijo saludable. Si creas conciencia de los privilegios que otros menos afortunados anhelarían tener, te sentirás dichosa.

2)      Ayuda a alguien necesitado. La manera más efectiva para olvidar nuestras penas es hacer sentir bien a otra persona.. Puedes visitar un hogar de ancianos o un hospital de niños.


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