El baile del tubo

Además de sexy, serás la mujer más segura

Por Veronique Dienemann

Tengo morados entre las piernas, en los muslos, en las caderas e inclusive en los brazos…morados de todos los tamaños y colores que van desde el amarillo, pasan por el verde hasta el marrón y rojo oscuro, ¿Pero me creerías si te digo que jamás me había sentido tan feliz, tan segura, tan fuerte y tan bella en toda mi vida?…

Por fin descubrí ese «elixir» capaz de  tonificar músculos, fortalecer  huesos, aumentar  flexibilidad, ritmo, coordinación, endurecer mi estómago y además de hacerme sentir bella, súper sexy y segura de mi misma.

¿Suena demasiado bueno para ser verdad?

Se llama Pole Dancing (Baile del tubo) y es una sexy adicción para estar en forma, esta técnica basada en ejercicios realizados en una barra vertical, al ritmo de la música y al compás de la sensualidad del ambiente, dentro de un cuarto de espejos, bajo una luz tenue y sobre unas sandalias con tacones de por lo menos 5 pulgadas, no sólo es tremenda actividad física sino que también quema calorías, aporta flexibilidad, tonicidad, fuerza , autoestima y sobre todo muchísima diversión.

Y aunque por años el pole dancing  fue  visto con reservas como un baile exótico reservado para el disfrute del sexo masculino, hoy en día se ha convertido en el ejercicio favorito de miles de amas de casa, madres, esposas, ejecutivas, estudiantes, profesionales, jóvenes, abuelas y  mujeres que como yo odian ir al gimnasio y que están cansadas del los ejercicios tradicionales.

En el pole dancing se trabaja todo el cuerpo, incluso músculos que se desconocen, pero de una manera muy divertida y femenina; la clase consiste en una serie de movimientos, que podríamos quizás describirlos como gimnásticos, donde al ritmo de sensuales melodías se baila con la barra vertical dando saltos y haciendo piruetas que incluyen giros, subidas y deslizamientos, figuras estáticas y hasta posiciones invertidas; una danza acrobática donde se trabaja con el peso del cuerpo y en la que se queman unas 400 calorías por hora.

El movimiento básico del  «Fireman» o Bombero, es uno de los  primeros que  se aprende, con se abraza la barra con ambas piernas y se dan varios giros hasta llegar al suelo… o la vuelta de Venus donde con ambas manos agarras a la barra y mientras se gira se levantan ambas piernas.

¿Suena complicado? Y lo es… pero después de varios intentos,  la satisfacción de lograrlo es enorme y aunque los moretones queden a flor de piel, uno  esta tan feliz y deseoso que los días pasen rápido para regresar a la próxima clase de Pole, una fuente de fuerza física y mental. Desde la cabeza hasta los dedos de los pies, se experimenta un incremento de energía y una mayor definición de los músculos, especialmente en los brazos, los muslos y las nalgas, y algo aun mas importante, la práctica de esta disciplina aporta ventajas emocionales como la confianza en ti misma, la seguridad, la sensualidad, y la autoestima,  proporcionando así una completa sensación de bienestar en el cuerpo y en el alma.